La batalla contra el envejecimiento la tenemos perdida desde que nacimos. Es un proceso natural, imparable y me atrevo a decir que deseable, pero eso sí, a paso de tortuga. Y que tire la primera piedra quién a partir de los 40 no se ha mirado al espejo pensando que esto va demasiado deprisa.
Nuestro estilo de vida actual perjudica y mucho nuestra piel. La mala alimentación, el alcohol, el tabaco, el estrés, la polución, la radiación, el aire acondicionado y la calefacción, etc., son factores que aceleran el proceso de oxidación celular y causan el envejecimiento precoz. Pero,
¿Qué es lo que mantiene la piel joven y saludable?
Para contrarrestar esos factores, que en algunos casos son inevitables, estos son nuestros consejos, empezando por cuidarnos por dentro, evitando el envejecimiento global y terminando por los cuidados específicos de la piel.
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Mantén una dieta saludable: una dieta equilibrada y rica en antioxidantes puede ayudar a prevenir el daño celular y reducir el envejecimiento prematuro. La dieta además es clave para evitar el daño oxidativo en todos los órganos de nuestro cuerpo. La variedad de alimentos del mundo vegetal que contienen antioxidantes es tan amplia, que si te propones incluir muchos vegetales de todos los colores en tu dieta, te aseguramos que estarás ingiriendo suficientes antioxidantes. Evita por todos los medios la comida procesada.
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No fumes: El tabaco produce radicales libres que dañan el colágeno y la elastina de la piel, causando arrugas y otros signos de envejecimiento prematuro. Todos sabemos que los efectos nocivos del tabaco afectan además todo nuestro cuerpo y aceleran el envejecimiento en general.
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Reduce el estrés: El estrés puede hacer que tu piel envejezca más rápido. Intenta reducir el estrés en tu vida practicando yoga, meditación, haciendo deporte, caminando, manteniendo una vida social saludable o simplemente tomando tiempo para relajarte. Creo que en el mundo en que vivimos, este es el factor más difícil de controlar. Pero hay que intentarlo.
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Haz deporte: son múltiples los beneficios del deporte para la piel y para la salud en general. Disminuye el estrés, mejora el sueño, elimina toxinas y aumenta el riego sanguíneo lo que da una luminosidad instantánea a tu piel. Además el deporte reduce las hormonas del estrés y aumenta la producción de endorfinas. Ambos tienen un impacto positivo en el aspecto de nuestra piel.
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Duerme lo suficiente: La falta de sueño puede tener un impacto negativo en la salud de la piel y de todo nuestro cuerpo. Cuando no se duerme lo suficiente, el cuerpo produce más cortisol, la hormona del estrés. El exceso de cortisol puede provocar procesos inflamatórios, que aceleran el envejecimiento. Además, la falta de sueño también puede disminuir la producción de colágeno y elastina, las proteínas que mantienen la piel firme y elástica, lo que sabemos que causa la aparición de arrugas y flacidez. Sin duda es importante dormir lo suficiente para mantener la salud y una piel sana y joven.
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Protege tu piel del sol: La exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel. Y afortunadamente contra la cual podemos actuar. Usa protector solar, que además protegerá tu piel también de la contaminación. Busca sombra y añade también otros métodos de fotoprotección en verano como sombreros y ropa para protegerte.
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Mantén una rutina de cuidado de la piel: Limpia tu piel diariamente y exfolia regularmente para eliminar las células muertas de la piel. Hidrata tu piel por la mañana y por la noche con una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel. Recuerda que una piel hidratada estará más protegida contra los agentes externos.
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Usa productos cosméticos que previenen y reducen los signos de envejecimiento: Busca productos que contengan ingredientes como retinoides, ácido hialurónico, y antioxidantes, que pueden ayudar a prevenir y reducir las arrugas.
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Haz tus revisiones de piel: de la misma forma que vamos a otros médicos de forma periódica, deberíamos ir a una revisión dermatológica todos los años y que el dermatólogo nos paute los tratamientos para mantener nuestra piel saludable. La cosmética es un excelente tratamiento de mantenimiento pero hay muchos otros que actúan dónde la cosmética no llega.
- Aprovéchate de los avances de la medicina: que nadie diga que cuidar nuestra piel es una frivolidad. La piel es un órgano tan importante como el corazón o el hígado. Y debemos cuidarla y mantener la plenitud de sus funciones. Una piel saludable es una piel con elasticidad, sin manchas y luminosa. Y si para conseguirlo tienes que echar mano de técnicas de dermatología estética, ¡bienvenidas sean!
Espero que estos consejos te ayuden y te animen a mantener una piel sana y joven. Recuerda que es importante cuidar de tu piel tanto por dentro como por fuera y que el objetivo es llevar una vida plena, sentirnos bien en cada etapa, con la sensación de que hemos luchado para mantener la mejor versión de nosotros mismos y también de nuestra piel en cada momento.
La piel nos conecta con el mundo y es un órgano fascinante que merece toda nuestra atención. La apariencia de la piel puede tener un impacto significativo en cómo nos sentimos emocionalmente. Cuando tenemos una piel bonita y saludable, nos sentimos más seguros de nosotros mismos y capaces de afrontar los desafíos del día a día. Por otro lado, cuando tenemos problemas en la piel o simplemente un aspecto cansado cuando realmente no lo estamos, eso nos influye en cómo nos sentimos y en cómo nos relacionamos con los demás.
Además, la piel es una de las primeras cosas que notamos cuando miramos a alguien y lo que vemos cuando nos miramos al espejo. Por lo tanto, una piel bonita y radiante puede hacernos sentir más confiados en nuestras interacciones sociales. También hay un componente biológico en cómo la apariencia de la piel nos hace sentir. La piel tiene células nerviosas que envían señales al cerebro para liberar endorfinas, lo que puede hacernos sentir felices y relajados. A través de la piel sentimos el tacto, frío, calor o dolor y expresamos emociones, nos ponemos colorados, palidecemos o sudamos cuando nos enfadamos o sentimos una emoción fuerte. También las emociones pueden desencadenar patologías como el acné, dermatitis, psoriasis o vitíligo.
En resumen, una piel bonita y saludable puede tener un impacto significativo en cómo nos sentimos emocionalmente y vice-versa. Nos hace sentir más seguros de nosotros mismos, más atractivos y protegidos, y puede desencadenar la liberación de endorfinas en el cerebro, lo que puede hacernos sentir más felices y relajados. Por lo tanto, cuidar nuestra piel es importante no sólo por razones estéticas, sino también por nuestra salud emocional y bienestar general.
Y recuerda que el mejor truco cosmético es una amplia sonrisa. La felicidad y la seguridad en uno mismo es lo más atractivo que hay en una persona.