Método R es una marca cercana que está en constante contacto con sus clientes. Nos encanta escucharos y nuestra comunidad no deja de crecer ¿Por qué? Porque nos une una pasión: la salud de la piel.
Nuestra propuesta es clara: Método R es una rutina de cuidado de la piel sencilla y eficaz, que prima la salud de la piel. La simplicidad de la que presumimos es el resultado de años de investigación y de una tecnología que nos permite mejorar el desempeño de los ingredientes cosméticos. Hemos trabajado duro para hacerte la vida más sencilla. Y es un motivo de orgullo para nosotros ver que compartimos esa filosofía con miles de seguidores.
Es precisamente cuando creces a velocidades tan rápidas cuando debes de sacar un momento para respirar, echar la vista atrás y analizar todo lo logrado y sobre todo, el camino recorrido. A este ejercicio nos han ayudado nuestros amigos de El Mundo, repasando los inicios de Aline Neumann.
Ponen el punto de partida en el 2000, año en el que la brasileña aterrizó en esta ciudad que le enamoró, Madrid. “Me impresionó ver a gente de todas las edades tomando cañas y a los mayores riendo a carcajadas. De donde yo vengo, eso no se ve. Y pensé: 'Aquí es donde quiero hacerme mayor”, son las declaraciones que recoge el prestigioso periódico.
Pronto se adentran en la que sería su devoción y trabajo hasta el día de hoy. Lo haría de la manera más inverosímil posible, de la mano de una enfermedad, el vitíligo, gracias a la cual conoció a su marido y a su pasión: el cuidado de la piel.
Hablamos del doctor Ricardo Ruíz, dueño de la Clínica Dermatológica Internacional, donde se editaba la revista Dermagazine, la cual comenzó a llevar Aline de forma paralela a su desempeño en una consultora. “Mi trabajo era hablar con médicos y profesionales, decidir los artículos o sugerirlos. Eso me hizo aprender aún más”, narraba la natural de São Paulo.
Aline es de esas personas que opina que las casualidades no existen y que las adversidades son en realidad oportunidades. Primero fue el vitíligo y después la marcha de la cosmética de la clínica, una oportunidad que aprovechó para ahondar más aún en su pasión. “Un día nos quedamos sin ella, me formé y me puse yo. Me di cuenta de que aquello era lo que más me apasionaba del mundo y como quería aprender más y más me apunté a un máster de formulación cosmética”.
El artículo de la redactora Virginia Gómez continúa desentrañando las claves que han colocado al Método R donde está. La primera fue la de, como gran profesional del Marketing que es Aline, hacer un análisis del mercado y detectar las soluciones que éste demandaba. “Había muchas rutinas cosméticas complejas y había una necesidad de simplificar. La cosmética es una parcela muy pequeña de la vida de las personas. Hay que dárselo simple para que lo cumplan”.
La segunda fue la transparencia, una política que nuestra fundadora siempre ha tenido por bandera. Es por esto por lo que decimos que nuestros productos son slow aging, capaces de ralentizar el paso del tiempo para que tú te sientas bien. No hablamos de antiaging ya que es imposible frenar el envejecimiento, algo completamente imposible. En su lugar le damos a la piel los mejores recursos para que esta se luzca saludable. La belleza es la consecuencia.
La marca lleva menos de 1 año en el mercado y su trayectoria es muy prometedora ya que la gran mayoría de las personas que prueban los productos Método R, repiten.