Existen tantos tratamientos con tantas formulas que al final nunca se sabe con certeza qué es lo que de verdad necesita tu piel. Sin embargo, hay algunos productos los cuáles son necesarios en cada rutina facial y la vitamina C es uno de ellos
Multitud de estudios clínicos han analizado el uso y los resultados de utilizar la vitamina C como ingrediente cosmético tanto a corto como a largo plazo.
Actualmente, es la vitamina más eficaz para iluminar la piel y a su vez impide la síntesis de la melanina por lo que unifica el tono de la piel. Esto tiene dos beneficios: aclara las manchas existentes y previene las manchas del futuro.
Otro de sus grandes beneficios se basa en neutralizar los radicales libres a la vez que incrementar los niveles de elástica y ácido hialurónico.
Aunque sin duda, nuestro beneficio favorito es que mejora la función barrera mientras ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Y ahora que ya hemos hablado de sus beneficios... ¡Los consejos!
Combina con tu serum o crema de vitamina C otros antioxidantes como por ejemplo la vitamina E, la niacinamida o el ácido ferúlico.
Busca una concentración de vitamina C entre el 8% y el 15%. Menos de un 8% no observarás grandes efectos y una concentración mayor del 15% puede ser irritante para la piel. Si eres de los que tienen una piel que se irrita con facilidad, ¡estás de suerte! hoy en día existen algunos derivados con alta eficacia demostrada, más estables y menos irritantes. Toma nota: el Tetrahexylecyl Ascorbate o el 3-0 Ethyl Ascorbic Acid.
¿Qué más argumentos necesitas para incluir en tu rutina de día un serum antioxidante de vitamina C?