El retinol es una forma de vitamina A presente en muchos alimentos y productos cosméticos. Es un nutriente esencial, crucial para diversas funciones corporales, como la visión, la reproducción, el sistema inmunitario y la salud de la piel. Hablemos de esto último en detalle...
El retinol es un ingrediente popular que ha recibido mucha atención por sus innegables beneficios en la prevención de los signos de envejecimiento en la piel. Es uno de los ingredientes más completos para el cuidado de la piel.
¿Cuáles son esos beneficios?
- Ayuda a reducir la aparición de arrugas y líneas de expresión.
- Atenúa las manchas oscuras.
- Mejora la textura de la piel.
- Regula la producción de sebo.
- Estimula la producción de colágeno y elastina, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel.
En esencia, trata todos los signos del envejecimiento, y lo hace restableciendo el ritmo de renovación celular de la piel, como cuando éramos más jóvenes. Si las células de la piel se renuevan con mayor rapidez, su aspecto es más bello y radiante.
¿Cuándo se debe utilizar el retinol?
Se recomienda empezar a utilizarlo alrededor de los 35 años, cuando la piel empieza a volverse un poco "perezosa" y necesita ese empujón.
Es importante tener en cuenta que el retinol puede irritar la piel, sobre todo cuando se utiliza en altas concentraciones o en el caso de las personas con piel sensible. Por lo tanto, es aconsejable empezar gradualmente, con concentraciones bajas, pero no inferiores al 0,25%, y utilizarlo inicialmente sólo 2 veces por semana, aumentando gradualmente la frecuencia de uso y, si se desea, la concentración.
¿Cómo se aplica el retinol en el rostro?
El retinol se suele incorporar a una crema de noche y se aplica en el rostro, cuello y escote, evitando siempre la zona de los ojos, ya que es la más sensible al retinol. Incluso recomendamos aplicar el contorno de ojos o un poco de vaselina antes de usar retinol para proteger esa zona.
Tengo la piel sensible, ¿puedo utilizar retinol?
Las personas con piel sensible deben optar siempre por bajas concentraciones y formas más tolerables de retinoides, como el retinyl. Y si es liposomado, ¡aún mejor! Los liposomas liberan el principio activo dentro de la epidermis, evitando el contacto con la capa más externa de la piel y causando mucha menos irritación.
