Las R´s de nuestro nombre
En Método R priorizamos la sostenibilidad, es por ello la R de nuestro nombre, de reciclar, de reducir y de reutilizar. Nuestra filosofía se basa en...
La sostenibilidad de nuestros productos es una prioridad. Así lo cree Aline Neumann, y por eso Método R lleva en su ADN la R de reciclar que aplica a los materiales de sus envases y packaging y la opción de recogida de envases que la marca ofrece en su página web; R de reutilizar, gracias a su sistema de recambios; y R de reducir el número de envases en la rutina y, en consecuencia, su impacto medioambiental.
Escalamos la sostenibilidad a todas las fases del proceso de fabricación de nuestros productos. ¿Cómo? Trabajando con proveedores de cercanía, realizando impresiones monocolor sin etiquetas, utilizando ingredientes biodegradables y decantándonos por los vehículos eléctricos como medio de transporte para el reparto de los productos Método R. Así, minimizamos la huella de carbono en todas las fases de creación y distribución de los productos.
Política zero waste
Pero, ¿cómo puedes aplicar en tu casa una política de zero waste? ¡Hay muchas formas! Reutilizando bolsas y cajas, optando por productos de cercanía, intentando comprar menos y de forma más inteligente. Método R te lo pone fácil con la opción de la recogida de envases disponible en su página web. Ayudar al cuidado del planeta es tan sencillo como aceptar la recogida de tus envases de plástico cuando realices tu próximo pedido.
Marca la casilla del “Sí” para recibir tus productos con una bolsa adherida, en la que el repartidor se llevará los envases de plástico de cualquier producto cosmético sin importar la marca. Así nos aseguramos de que se reciclen. Porque planeta Tierra solo hay uno y es el mismo para todos.
Las únicas condiciones son que los envases en cuestión estén preparados cuando llegue el repartidor, porque hacerle volver, no sería sostenible. Y que estos no superen un peso máximo de 1kg. De esta manera tan sencilla tú también estarás aportando tu granito de arena para la salud de nuestro planeta. ¡Y por supuesto sin ningún coste adicional!
Se trata de alinearnos todos en la convicción de que la cosmética será sostenible, o no será. Porque el planeta merece el mismo respeto que nuestra piel.
