Por qué hablamos de slow-aging

¿Por qué hablamos de slow-aging y no de anti-aging?

En Método R tenemos la convicción de que la belleza es una consecuencia de una piel sana. No obstante, somos realistas: no prometemos frenar el paso del tiempo, prometemos ayudarte a alcanzar la mejor versión de tu piel.

Conocemos las causas del envejecimiento y sabemos como actuar contra sus signos, intentando matizarlos o minimizarlos, pero siempre conscientes de que el envejecimiento es un proceso natural e imparable. Este es el motivo de que no nos guste hablar de anti-aging.

En su lugar hablamos de slow-aging, porque eso sí se puede conseguir a través de la prevención y de matizar algunos de los signos del envejecimiento como es la piel apagada, las manchas o la deshidratación. Siempre de forma continuada y controlada, sin estresar la piel. Para ello únicamente utilizamos activos cosméticos de eficacia probada, que junto con los avances tecnológicos drug-delivery que potencian su eficacia y minimizan los efectos adversos de los principios activos.

Envejecer es inevitable, es la expresión del proceso de vivir, pero el cómo envejecemos depende en un 20% de nuestra genética y en un 80% del llamado exposoma. Así es como se conocen los factores externos a los que estamos expuestos y el reflejo, en definitiva, de cómo nos cuidamos. Con esta mentalidad, Método R aboga por la filosofía slow aging y proporciona las herramientas adecuadas para lograr y mantener una piel sana y luminosa al tiempo que minimiza y demora los signos de la edad.

Por esto no se trata de ganarle la batalla a los años. Sería una lucha en vano ante un factor que nunca podremos vencer. En su lugar, buscamos envejecer de una forma armoniosa, con el mejor aspecto posible en cada edad. Gracias a los tres pasos de Método R no solo se garantizan las fórmulas idóneas para salvaguardar la salud, y en consecuencia, la belleza de la piel, sino que la simplicidad de la rutina, facilita el cumplimiento diario de la misma. De poco servirá aplicar los productos en días salteados, ya que la constancia es clave para una buena piel.

Cada fórmula ha sido diseñada para obtener el mejor rendimiento posible, pero además se ha podido demostrar la eficacia de todo el protocolo, fruto de la sinergia entre los productos. Método R puede presumir de ser la primera rutina cosmética objeto de un estudio y cuyos resultados han sido publicados en una revista científica, la prestigiosa Journal of Cosmetic Dermatology. Lo habitual, de acuerdo con Aline Neumann, es que los análisis se realicen sobre un ingrediente específico o productos individuales pero no de un ritual completo de tratamiento.

Para nosotros slow-aging es un estilo de vida, es inclusión y respeto, es una decisión de querer nuestra piel tal y como es, y cuidarla con mimo y amor, disfrutando cada minuto.

Bienvenido a una nueva era, bienvenido al slow-aging. 

Regresar al blog